Cómo así un paraíso? No sé bien si empleo el término apropiado, pero lo que quiero decir es que quisiera que este mes que ya solo tiene 20 días fuera un respiro entre el infierno que he vivido últimamente. Un respiro del infiero sería el paraíso, no?
Noviembre fue muy doloroso, demasiado. Demasiado doloroso. Me
sentí abandonada, y sentirse así, sentir un dolor tan profundo fue extraño
porque eso solo lo había sentido en el amor, no por una amistad. Fue, creo que
más hondo. Y mientras la amistad me noqueó, el amor no se quedó atrás. El
hombre que no me ama y que yo busco de manera humillante hizo lo de siempre;
siguió con su vida, continuó a pesar de mí. Es así, una metáfora: un bello
ejecutivo con un elegante traje gris camina muy rápido por la calle mientras
habla por teléfono con sus amig@s y sin percatarse pisotea el cuerpo de un
indigente; no lo vio, ese habitante de la calle no afectó ni a la altura de sus
pies la vida del importante ejecutivo. El indigente soy yo, el ejecutivo es
Carlos (a pesar de que Carlos sea un profesor con cabello largo, amante del ska
y del fútbol, jeje, casi muy opuesto al ejecutivo :))
Como
sea, todo ese dolor, más el estrés de los trabajos finales y la información que
no aprendí se tradujeron en copiosos y asquerosos atracones; en la casa, en la
universidad, a las 10am, a las 5am, a las 11am, mañanas, tardes, a veces solo
uno, a veces dos, a veces tres; fallidos, logrados; pizza, galletas,
chocolatinas, helado, agua, pan, dinero, dinero, mucha plata perdida en eso:
Mierda! El último día de noviembre Carlos me causó mucho dolor, verlo salir con
esa mujer que me mira como si supiera algo, darme cuenta de que fui rechazada
por ella, y de que esta historia seguirá indefinidamente me partió el corazón y
aunque estaba acompañada por un compañero me las ingenié para comer como 900
calorías en chocolate y helado (otra vez, tanto dinero desperdiciado :( ) y bueeno, por lo
menos lo vomité y ese día hasta bajé de peso. Pero pues no, estoy tan
destrozada, soy un puto desastre. Siento tanto y a la vez tengo un nudo en la
garganta porque no puedo entender qué siento. Niñas –si es que alguna, alguna
vez lee esto-; mi cabeza es incapaz de poner orden en mi vida, algo tan
sencillo como mi habitación lo demuestra, y se extiende a cada sencillo aspecto
de mi vida. Ah, bueno…terminé? Entre las cicatrices de noviembre está dinero
perdido, amistades perdidas, desamor, y lo más doloroso: una materia perdida!!
O sea, yo no soy estudiosa como lo era hasta mis 16 años, pero nunca había
reprobado una materia; y va y me pasa en la universidad. Yo sé que me lo
merezco porque no aprendí nada, ni putita mierda ahí, but still… :(
Retomando
el tema del orden; desorden en mi casa, desorden en mis estudios, desorden en
mis sentimientos y concepto personal, desorden en mi comida; mis “trastornos
alimenticios” reflejan ese desorden, y lo peor, según los libros reflejarían mi
falta de determinación, de decisión, de voluntad, mi debilidad, mejor dicho.
Si? Es cierto? Soy bulímica (más bien adicta a la comida que procura vomitar
la mayoría de las veces) porque no puedo cumplir ninguna meta, porque soy
floja, porque quiero el camino fácil y por eso no puedo hacer dieta ni ayunar
más de un día? Es porque soy muy perdedora y floja que me tocó la bulimia en
vez de la anorexia? Bueno, chicas, espero que no las ofenda nada de lo que
digo. Solo que esa es la mala imagen que los psiquiatras han hecho de la
bulimia, y en mi experiencia, creo que aplica para míL…eso lo leí en Cuando comer es
un infierno de Espido Freire (libro sobre la bulimia, que aborda muchos
sentimientos con los que, como bulímica -o “foodaholic”-, me identifiqué)
No
obstante, yo hablo desde lo que siento. Y lo que siento es que si no me curaré
es porque tengo mucho, mucho, mucho dolor que ni siquiera puedo identificar,
dolor que tal vez está ahí desde que era muy niña y lo bloqueé, dolor
inconsciente y oculto, pero latente. Tanto dolor que el vomitar es solo una más
de todas las cosas que hago para distraerme o para incluso, ocupar mi mente en
algo que no sea en arreglar mi vida. Lo desagradable es que este mundo me
absorbió por completo porque puede que me engorde sino, pues me domina para que
emplee mis pocas energías en vomitar todo lo que compulsivamente comí. Pero no.
En la mayoría de los casos, me hace buscar felicidad, satisfacción y apoyo en
cada comida. Esto es decir, subir 5, 10kilos. Volver a la ropa bien ancha y
negra; A la postura encorvada (mentira, siempre seré encorvada: la inseguridad
no se me va ni “estando flaca”); a la resignación.
Creo
que después de esta entrada seguirá una pequeña explicación de mi peso y así.
Bye…
Ay Tatiana, como te entiendo. En mi caso me diagnosticaron bulimia restrictiva y mis atracones eran a cualquier hora y honestamente eran una manera de lidiar con TODO... y digo era, pero la ultima vez que pelié con mi pareja (hace menos de un mes), y terminamos, me pasé tres dias comiendo sanduches de queso y pollo frito y lo vomitaba, y me hacía mas y lo vomitaba otra vez. No me creerás pero por la bulimia tengo unos 3000 dolares en deudas de tarjetas de credito tambien... es un horror.
ResponderEliminarPero no estás sola, y esto de la materia que reprobaste (yo que nunca reprobé en la escuela reprobé unas 10 en la universidad) esto de tu pareja otras cosas que te causan tanto stress ojalá se acaben pronto, y encuentres paz y puedas parar esos circulos de bulimia tan devastadores
Un beso y un abrazo.
Gracias por tu apoyo, querida. Yo también te he estado leyendo, he visto las fotos que has puesto con tu vestido, en la fiesta de tu empresa y así. Estás muy bella :D
ResponderEliminarBesos