Weight Loss

Weight Loss

jueves, 31 de diciembre de 2015

ESCALANDO HACIA LA SALIDA DEL POZO

De verdad que estos días de festividades me deprimen demasiado. El hecho de perder lo único que tenía (que era el peso) me bajó reeeesto el ánimo, pero: Quiero ser lo que nunca he sido, quiero soñar lo que nunca he soñado: QUIERO SER OPTIMISTA. 
Tengo propósitos. Creo que el año pasado me propuse como una o dos cosas nada más, y ni siquiera ésas las cumplí. Pero sé que el año no se resume en tan pocas cosas como libros o estudios, por eso no me molesta no haber triunfado en eso. Lo que sí me molesta es fracasar en lo más importante: En tomar el control de mi vida y mis sentimientos, en perseverar en el camino de búsqueda de la felicidad. Ser incapaz de eso sí me duele mucho. Pero quiero cambiar. A pesar de todo este dolor quiero cambiar, quiero mejorar y quiero ser feliz a mi propia-autodestructiva manera. En este orden de ideas, decidí que sí quería escribir mis propósitos, escribirlos para verlos un poco más reales. POSIBLES. 

Jeje, aunque son propósitos muy vagos, extraños y poco ambiciosos. Pero así los quiero. Los valoro. Y lucharé por ellos. Creo que no me concentré mucho en ellos así que tal vez añada algunos más paulatinamente: De todas formas, para quién son? Para mí :D Para mi blog "cuasisecreto" que me ayuda a desahogarme. Así que todo aquí es a mi manera, a mi tiempo :)

1.       Bajar 7 kilos de peso y mantenerme
2.       Tener sexo 3 veces
3.       Leer 12 libros
4.       Aprender algo de italiano
5.       Aprobar el semestre
6.       Vivir más días felices
7.       Reducir los dulces a 1 por mes, el que quiera :D
8.       Tener 2 días hermosos con Carlos.
9.       Dar más (muchos) paseos con Tony
10. Tener mi cuarto un poco ordenado y lavar la losa algunos días más. 

Dame fuerza, poder invisible y omnipotente. Dame fuerza porque estos días sentí como que me hundí en el más asqueroso infierno, me unté de toda la inmundicia que hay dentro del mundo y de mí y quiero recuperarme. Quiero tener esperanza y poder ser feliz, algunos días. Más feliz que triste. Please. 

That´s it. We´re getting started and we need luck! 
Wish me luck! 
And may the odds be ever in our favour...


martes, 29 de diciembre de 2015

HAY QUE CAER

Estoy completamente sola. Con el estómago a punto de estallar. Gorda y sola. Voy a vomitar.
Podré?
Lo intentaré y luego les cuento. 😢
No se pudo, ven? El helado se me hace difícil de sacar
Helado más hamburguesa y papitas??= TATIANA ES UNA PUTA CERDA FRACASADA!!

viernes, 25 de diciembre de 2015

Dulce Navidad y charlas sobre mi autoestima

Triste noche del 24 de diciembre. Un regalo inesperado, pero opacado por el hecho de que mi mami no pueda dormir (y por lo tanto se vaya a enfermar) por estar cuidando la conducta de un borracho.

Cosas lindas: Momentos con mi pequeño hermano (13 años tiene), comida y el haber bajado/recuperado el peso/número que había subido/perdido.

Estos días, el pensamiento recurrente en mi cabeza fue cómo aprender a quererme. Creo que seguirá siendo el misterio más complejo para mí. El comienzo y el fin. Creo. La otra posibilidad es que el comienzo y el fin sean la depresión. 


Hay días en los que siento que soy bonita y eso me hace sentir feliz, pero hace mucho tiempo dejé de sentirme útil, inteligente o capaz y ni siquiera sé por qué, si las personas que me rodean nunca dejaron de recordarme lo “pila, responsable y comprometida” que era/soy; pero no sé, para mí, por alguna razón todos esos cumplidos dejaron de ser ciertos y nada de lo que soy volvió a ser suficiente. Además, como toda parte de mí que no sea física no puede ser medida mediante números o cifras, mi autoestima es el aspecto más olvidado y más difícil de sanar porque a veces solo me olvido de él hasta que la depresión y el fastidio se vuelven insoportables.

Asimismo, pienso que dentro de nuestro cerebro suceden un montón de procesos inconscientes que nos afectan y en alguna medida determinan nuestros pensamientos y “acciones mecánicas” sin que podamos percatarnos de ellos. En mi caso, creo que esos procesos o “mapas mentales” son sabotearme en la gran mayoría de proyectos o planes que tengo, pero, como todo es tan inconsciente, está sucediendo en un plano invisible, es como un velo que permea toda mi realidad y la convierte en una película grisácea, copia de los brillantes colores que podría llegar a ser. Por eso digo, mi baja autoestima está haciendo que me sabotee en cada cosa de mi vida, y para mí que es difícil, es difícil quererme y tener fe en mí.

Es como la piedra filosofal, la clave de todo el éxito en el universo, y estoy emprendiendo una grande búsqueda para encontrarla. Un camino largo, pero posible, un camino que no puede estar equivocado, una vía en la que cada pequeño paso es ganancia y victoria y un proyecto en el que quiero perseverar aunque no sepa cómo, aunque me estanque y posiblemente retroceda. Pero ahí voy.

Y empiezo por
-Pensar qué me merezco.
-Crear un alter-ego que sea mi mejor amiga, la amiga que me brinde amor cuando yo misma estoy lastimándome. 

miércoles, 16 de diciembre de 2015

¿QUÉ HACER?


Ya no sé qué más hacer para sanar mi cerebro, aunque no es que lo haya intentado todo. Simplemente no puedo y me destruyo más. Duele ver cómo los demás pueden tener vidas bellas, vidas de esas que profesan que el amor es más fuerte, que no importa la apariencia, el dinero o el dolor si se tiene amigos y tranquilidad en el corazón. Vaya mierda. ¿Por qué yo nunca pude vivir eso?

El amor es más fuerte. A mí me aman. Mi mamá me ama, me ama como muy pocas mamás aman a sus hijas. Pero ya ven. No es suficiente. El amor no es más fuerte. El amor no es más fuerte que el dolor.


Ya no quiero más. No puedo más conmigo. Ya no sé qué hacer conmigo. Vivir con mi cerebro es tedioso y me harta. 

lunes, 14 de diciembre de 2015

Me estanqué.

Qué horror! Qué horror!

Son pocos días los que llevo restringiendo, lo sé, pero comer 500 kcalorías debería ser suficiente para bajar 200 gramos al día, no? Pues solo he bajado 100g. Mis planes eran bajar 1kilo por semana y creo que no lo lograré si sigo bajando de a 0.1kg al día. Pero bueno, yo estaría feliz si tuviera la certeza de que SIEMPRE bajaré ese 0.1kg pero lo que me temo es que esto significa que me estanqué, que pronto…tal vez mañana ya no baje y lo peor, puede que empiece a subir. No. No soporto la frustración de saber que bajar de peso era la única que meta que me puse estas vacaciones y ni siquiera eso podré hacerlo.

Además, cómo hago, niñas (invisibles)? Cómo hago para No sentirme tan débil por la falta de la asquerosa comida? Anoche me costó una hora dormirme: hasta ahí normal. Tuve pesadillas en las que comía: ASCO!! E incluso durmiendo tenía temblores, dolor en mis extremidades y debilidad total. Me sentí tan mal que después de saber cuánto pesaba decidí desayunar. Dios! Hace harto no me sentía tan mal, me iba a desmayar y lo único que quería era ser capaz de servirme la comida y comer un poco antes de caer inconsciente. Casi no puedo llegar a mi cama y básicamente tuve que comer acostada por lo mal que estaba. Solo fueron 22 horas sin comer. No debería ser tan débil L sin embargo: a quién engaño? Mi mente normal me dice que es feo sentirme tan mal y no está bien. Mi otra mente siente un poco de complacencia al ver que me hago daño y me vuelvo frágil, enferma, débil. Solo que eso no basta: porque no bajo de peso!!


Como sea, algo bueno. Llevo tres días sin vomitar, habiéndolo hecho por 4 días seguidos. Me parece bien porque le di un descanso a mis pobres dientes y a mi garganta. Ahh. Y saben a qué más? A las tuberías del baño de mi casa; no crean, eso se va averiando y cuando menos lo pensemos se dañan nuestros baños y descubren nuestro secreto, jeje. 

Por último, debo repetírmelo: El 1 de enero pesaré 47!! VOY A PESAR 47!

viernes, 11 de diciembre de 2015

Quisiera que diciembre fuera un paraíso para mí


Cómo así un paraíso? No sé bien si empleo el término apropiado, pero lo que quiero decir es que quisiera que este mes que ya solo tiene 20 días fuera un respiro entre el infierno que he vivido últimamente. Un respiro del infiero sería el paraíso, no?


 Noviembre fue muy doloroso, demasiado. Demasiado doloroso. Me sentí abandonada, y sentirse así, sentir un dolor tan profundo fue extraño porque eso solo lo había sentido en el amor, no por una amistad. Fue, creo que más hondo. Y mientras la amistad me noqueó, el amor no se quedó atrás. El hombre que no me ama y que yo busco de manera humillante hizo lo de siempre; siguió con su vida, continuó a pesar de mí. Es así, una metáfora: un bello ejecutivo con un elegante traje gris camina muy rápido por la calle mientras habla por teléfono con sus amig@s y sin percatarse pisotea el cuerpo de un indigente; no lo vio, ese habitante de la calle no afectó ni a la altura de sus pies la vida del importante ejecutivo. El indigente soy yo, el ejecutivo es Carlos (a pesar de que Carlos sea un profesor con cabello largo, amante del ska y del fútbol, jeje, casi muy opuesto al ejecutivo :))


Como sea, todo ese dolor, más el estrés de los trabajos finales y la información que no aprendí se tradujeron en copiosos y asquerosos atracones; en la casa, en la universidad, a las 10am, a las 5am, a las 11am, mañanas, tardes, a veces solo uno, a veces dos, a veces tres; fallidos, logrados; pizza, galletas, chocolatinas, helado, agua, pan, dinero, dinero, mucha plata perdida en eso: Mierda! El último día de noviembre Carlos me causó mucho dolor, verlo salir con esa mujer que me mira como si supiera algo, darme cuenta de que fui rechazada por ella, y de que esta historia seguirá indefinidamente me partió el corazón y aunque estaba acompañada por un compañero me las ingenié para comer como 900 calorías en chocolate y helado (otra vez, tanto dinero desperdiciado :( ) y bueeno, por lo menos lo vomité y ese día hasta bajé de peso. Pero pues no, estoy tan destrozada, soy un puto desastre. Siento tanto y a la vez tengo un nudo en la garganta porque no puedo entender qué siento. Niñas –si es que alguna, alguna vez lee esto-; mi cabeza es incapaz de poner orden en mi vida, algo tan sencillo como mi habitación lo demuestra, y se extiende a cada sencillo aspecto de mi vida. Ah, bueno…terminé? Entre las cicatrices de noviembre está dinero perdido, amistades perdidas, desamor, y lo más doloroso: una materia perdida!! O sea, yo no soy estudiosa como lo era hasta mis 16 años, pero nunca había reprobado una materia; y va y me pasa en la universidad. Yo sé que me lo merezco porque no aprendí nada, ni putita mierda ahí, but still… :(

Retomando el tema del orden; desorden en mi casa, desorden en mis estudios, desorden en mis sentimientos y concepto personal, desorden en mi comida; mis “trastornos alimenticios” reflejan ese desorden, y lo peor, según los libros reflejarían mi falta de determinación, de decisión, de voluntad, mi debilidad, mejor dicho. Si? Es cierto? Soy bulímica (más bien adicta a la comida que procura vomitar la mayoría de las veces) porque no puedo cumplir ninguna meta, porque soy floja, porque quiero el camino fácil y por eso no puedo hacer dieta ni ayunar más de un día? Es porque soy muy perdedora y floja que me tocó la bulimia en vez de la anorexia? Bueno, chicas, espero que no las ofenda nada de lo que digo. Solo que esa es la mala imagen que los psiquiatras han hecho de la bulimia, y en mi experiencia, creo que aplica para míL…eso lo leí en Cuando comer es un infierno de Espido Freire (libro sobre la bulimia, que aborda muchos sentimientos con los que, como bulímica -o “foodaholic”-, me identifiqué)

No obstante, yo hablo desde lo que siento. Y lo que siento es que si no me curaré es porque tengo mucho, mucho, mucho dolor que ni siquiera puedo identificar, dolor que tal vez está ahí desde que era muy niña y lo bloqueé, dolor inconsciente y oculto, pero latente. Tanto dolor que el vomitar es solo una más de todas las cosas que hago para distraerme o para incluso, ocupar mi mente en algo que no sea en arreglar mi vida. Lo desagradable es que este mundo me absorbió por completo porque puede que me engorde sino, pues me domina para que emplee mis pocas energías en vomitar todo lo que compulsivamente comí. Pero no. En la mayoría de los casos, me hace buscar felicidad, satisfacción y apoyo en cada comida. Esto es decir, subir 5, 10kilos. Volver a la ropa bien ancha y negra; A la postura encorvada (mentira, siempre seré encorvada: la inseguridad no se me va ni “estando flaca”); a la resignación.

Creo que después de esta entrada seguirá una pequeña explicación de mi peso y así.

Bye…

miércoles, 9 de diciembre de 2015

GRACIAS, PERSONAS QUE LAMENTABLEMENTE NUNCA LEERÁN ESTO:

A veces se llega a puntos de tu vida, de tu realidad donde la tristeza, los pensamientos negativos y ese ente invisible que siempre te detiene cuando intentas recuperarte se apoderan tanto de tu cabeza que todo te recuerda tu dolor. Un perrito abandonado te hace pensar qué mundo tan injusto es éste, una niña pobre y embarazada te muestra la mediocridad de tu país, las mujeres altas, hermosas y ricas de la Calle 85 te hunden más en tu vida plana y alienada. Las clases no significan nada porque quisieras ser feliz, reír con tus compañeros y querer aprender tranquilamente pero tu cerebro está siempre en otra parte. Las personas ocupadas caminando por la calle te hacen sentir solitaria; ellos tienen vidas, amigos, llamadas, mensajes, planes, almuerzos, cines, reuniones, tú siempre te sientes sola. Tú, Tatiana, tú siempre te sientes sola; incluso cuando no lo estás. Es raro. Es una confusión y un vacío-una carencia emocional.

Así me siento siempre, a veces le explico a la gente que hacer amigos es muy difícil porque los “adolescentes” pueden llegar a ser muy intimidantes y sospecho que crueles. Mi argumento es que yo soy una persona negativa, siempre estoy esperando lo peor, siempre veo el lado realista y machacado de las cosas, siempre creo que no puedo esperarme nada, absolutamente nada si no hay garantías, la suerte puede que exista, pero para otros: no en mi vida. Nunca gano ni ganaré un concurso solo por el azar. Si gano algo sería por trabajo, pero como tampoco me esfuerzo pues nunca gano nada. Siempre me siento inferior en TODO, vida diaria: sobrellevar tantos pensamientos negativos en ocasiones es angustioso, incluso para mí. Entonces imaginen; acaban de conocer a una mujer bajita con cara de asustada o de triste (esa es mi expresión siempre) y empiezan una conversación para darse cuenta de que es alguien que nunca sale a fiestas, nunca toma alcohol, no se sabe ningún chiste, no ha leído libros de cultura general, no sabe sobre política, religión, deportes, ni le interesa, no lee comics, no juega videojuegos y de cuando en cuando menciona que está gorda y que es perezosa. Se aburrirían, cierto? Pues eso le pasa a cada persona de mi edad que conozco, les aburro o simplemente no tengo nada interesante que ofrecerles. Sin embargo, es injusto. A veces cuando estoy en actitud de quejarme pienso que sería lindo que alguien se quedara a pesar de mi dolor, se quedara porque no le fastidiara escuchar mis lamentos cada rato, alguien que no se fastidiara de mi tristeza. Son muy pocas las personas así. Las ahí, thou…Pero hasta esas personas tienen límites porque claro, no todo el mundo puede estar disponible para ti las 24 horas, Tatiana. Es solo que soy tan vulnerable, tan dependiente. Y muy autocompasiva, no creen? Solo sintiendo lástima por mí misma. Como sea, a todas esas personas, por quedarse, muchas gracias.

Gracias por la alegría que siempre me inyectan, gracias por los chistes tontos y sin sentido que siempre me harán reír (porque en el fondo, sigo teniendo el sentido del humor de un niño de 5 años); gracias por las sonrisas, los paseos, los abrazos, las miradas. Gracias por pensar e ingeniárselas para sacarme de mi ensimismamiento y por salvarme de mí misma. :)


martes, 8 de diciembre de 2015

COMENZANDO

Hoy es martes 8 de diciembre de 2015.

Cómo son ustedes? Me aceptarán? Alguien aceptará que me atiborre de comida y vomite a diario cuando estoy sola aun cuando le digo a mi madre, amigos y médicos: Quiero curarme. Quiero curarme?. Es cierto (al menos para mí); seguramente los demás piensan que miento porque si lo quisiera en serio simplemente pondría de mi parte, sacaría fuerza y voluntad y no caería ante la menor oportunidad. Pero es que es diferente. Ya no tengo 16 años (tengo casi 20, vaya cambio :/ ). El hecho es que no quiero volver a 54, a 56, mucho menos a 58…Oscilo entre el 50 y el 51. Y ya es suficiente, para mí. Sigo estando gorda, pero al menos para la sociedad estaría normal. No quiero regresar al sobrepeso, y si para eso debo seguir vomitando; me odiaré, me odiaré demasiado, pero lo haré. Seguiré vomitando, intentando nuevas dietas que no podré cumplir, propósitos que se irán a la mierda. Toda mi vida sucumbirá pero al menos no volveré a 56.

Cómo pueden vivir sin pesarse? Yo no puedo, no puedo porque soy incapaz de controlar lo que como, lo que hago, lo que vomito, nada, o sea, no puedo controlar nada, al menos no quiero despertarme y empezar un día engañada: pensando que me siento bien y que incluso puede que me vea bien, para luego darme cuenta de que me equivocaba: que ese peso es vergonzoso y yo me confié. No puedo con eso, por eso necesito saber, necesito saber cada día.

Ayer pesé 50.9kg. Desayuné 200kcal, almorcé harinas, legumbres, hasta ahí pensé que hasta de pronto iba bien. Dos horas después estuve sola en mi casa, y la soledad, el estrés y todas esas cosas que siempre siento de manera inconsciente y me obligo a no sentir fueron enterrados mientras comía cereal, ese cereal All Bran que tanto me gusta con leche. Pero mierda, si es que se supone que estoy a dieta desde hace un día. Pues ni modos, has lo que se te da mejor, no te tranquilices hasta que vomites eso. Lo vomité. Y nadie lo supo. :P Menos mal. Tendí la colada y me hice un té. Me tomé el té y mi historia con la comida terminó ahí. Por ese día, obvio.

Hoy me levanté, supe que estaba sola y de una vez imaginé el atracón. Es que me odio, no? Me saboteo. Ni siquiera me quise dar la oportunidad de intentar desayunar tranquilamente y luego perder el control. De distraerme un poco de la comida antes de caer sobre ella. No. Fue instantáneo. Me levanté, hice pipí. Me pesé: 50.2Kg. Recordé bien el número, no fuera que de tanta locura previa al atracón lo olvidara. Revisé que la casa estuviera sola. Encendí la estufa para calentar chocolate, puse un sándwich a hacer (mientras lo preparaba comí una tajada de pan…ya van 70 calorías). Serví el mismo cereal All Bran, en el mismo plato, leche. Empecé a comer mientras estaba listo el sándwich y el chocolate caliente. Terminé de comer el cereal, luego el sandwich con el hot chocolate. Luego tres tostadas con mantequilla, un café, y una rebanada de queso. Ahí acabé. Esa era la comida que había planeado y ya. Ah. 300ml de agua entre alguno de esos bocados. Mi panza llena, llenísima.

Me pesé: 51.1kg. Mierda. Me desvestí. Tomé la toalla y entré al baño. Entré a la ducha, abrí la llave. Vomité, intenté vomitar, vomité. Así por algún tiempo. Salí de la ducha. Me sequé el cuerpo, el cabello. Me pesé: 50.3Kg. Todavía puedo mejorar ese número. Entré de nuevo a la ducha. Vomité, intenté vomitar, vomité. Vomité más, vomité más. Por qué? Porque necesitaba hacer como que me acababa de levantar, e iba a desayunar tranquilamente y así poder empezar a tomar por primera vez la Sertralina que me recetó la primera Psiquiatra a la que acudí ayer. Salí del baño. Me sequé. Busqué el trapero en el primer piso, pues el baño estaba muy mojado. Me pesé: 50.0Kg! Bien! Pero…demonios, aun no entiendo cómo puedo pesar menos que lo que pesaba antes de empezar a comer, si no tenía nada en el estómago, qué más vomité? Agua? Líquidos vitales? Qué? Como sea, así pude tomar un vaso con fibra (que me ayude a cagar tranquilamente), un vaso de agua y la mitad de la pastilla que me ayudará con el ánimo.


Ahora leí cada blog que me encontré y que me interesara. Llamé a mi mamá. Sí, mami, todo está bien, solo dormía, sí desayuné y solo he estado en la cama porque hace frío. Ahora escribí. 

Si ven, queridas niñas? Cómo son ustedes? Me aceptarán? Porque yo anoréxica no soy, soy una adicta a la comida que lucha por ser bulímica, porque siendo bulímica al menos podría devolver un poco de todo lo que tragué. Si no, imaginen. Imaginen que sería una gringa blanca y gorda, obesa como mi país. Solo que: Yo, Tatiana, no soy gringa, soy colombiana. Hija de un país no de obesos, pero sí de gordos, porque para allá vamos. Por las calles se ven cada vez más mujeres gordas y feas. Y yo, yo solo quisiera no ser como ellas. 

Esta es la primera entrada. :D Les dejo musiquita...