Weight Loss

Weight Loss

sábado, 9 de enero de 2016

HOY LLORÉ

Quisiera tener alguien con quien llorar. Solo llorar y quejarme de ese culpable imaginario (que no es otro más que yo) sin que me juzguen, sin que me “hagan entrar en razón” o me digan lo obvio, que la solución está en mis manos, que no vale la pena llorar si los problemas pueden ser resueltos o que cuestione mi voluntad de curarme por el hecho de que no me disciplino a mí misma. No más. Quiero solo llorar y qué? Es cierto, quiero auto-compadecerme y maldecir al cielo y gritar como una loca y sacar toda la rabia y el dolor que llevo dentro. La rabia es conmigo misma, sí. Pero es que ustedes, las personas normales, no entienden que no puedo; que no soy capaz. Que es en serio que soy lo más inútil del mundo. Que en la noche, cuando se trata de hacer planes e imaginar el día siguiente: todo es posible. Todo tiene sentido; pero en la mañana me levanto y ya siento ganas de destruirme, no es sino salir de la cama para pensar en la maldita comida, en que quiero comerla, pero me engordará. En que el dinero se me está acabando pero no puedo dejar de comprar, en que no estoy sola y ya no se me ocurre qué más hacer para esconder todo lo que hago. Pensamientos que aparecen tan rigurosamente como ese sol que TIENE que anunciar un nuevo día. El sol es inaplazable y mi mente es inaplazable. Alguna vez leí o escuché que ni siquiera un terremoto, una bomba nuclear pueden impedir que amanezca y salga el sol un nuevo día…pues así siento esto. Cuando todo lo demás se haya ido, cuando no haya más que desierto, en el final de los tiempos y cuando ya nada exista ni quede, no habrá poder sobre la faz de la tierra capaz de impedir que brote de nuevo la bulimia. Ni una bomba nuclear puede impedir que amanezca y el cerebro de Tatiana la ataque y quiera acabar con ella. 

"...I try hard not to waste energy feeling badly for myself because when I do, I get stuck in a paradox where there´s no room for any happiness or any other emotion. Now, it´s not that I ignore when I´m feeling badly, I kind of accept it, I let it in so that I can acknowledge it, and do what I need to do to move past it..." Sam Berns. 



Vi una conferencia en la que Sam Berns  (23 de octubre de 1996 – 10 de enero de 2014), un chico de 17 años con progeria, nos habla sobre cómo maneja su vida para ser feliz. Y la frase anterior, que básicamente dice que Sam no desperdicia energía sintiéndose mal por él mismo porque al hacer eso se quedaría atrapado en un estado en el que no hay lugar para la felicidad o alguna otra emoción. Pero que el no auto-compadecerse no significa que ignore los momentos malos sino que los acepta para poder conocerlos y hacer lo que tiene que hacer para superarlos. Este chico es tan extremadamente tierno, y sabio. De verdad, todavía me pregunto y me pregunto cómo hacerle para salir de esto, salir de este estado de ánimo y estos pensamientos destructivos; y saber que hay personas tan completas y tan capaces de ser felices me conmueve mucho.

Este chico ya murió. Y duele. Duele por su familia y amigos pero al mismo tiempo te reconforta saber que vivió una vida feliz, que su destino no estaba escrito según los registros fríos e impersonales de la ciencia. Escribió su propio destino porque incluso cuando la medicina nos explica que la progeria significará una vida miserable y mermada, lo que este chico Sam vivió fue todo lo contrario. Actividades extracurriculares, comic books, amigos, vacaciones y fiestas de cumpleaños. Quién no quisiera vivir todo eso con la plena tranquilidad y armonía propios de quien es tan inteligente como para valorar todo lo bello de la vida sin concentrarse en las apariencias…!

A veces creo que pensar superficialmente es casi todo el problema cerebral que tengo. Pero no sé, ya estoy contagiada, estoy corroída de esta sociedad y no creo que quiera cambiar. No obstante, hay momentos y pequeños actos: leer un libro, escuchar una buena canción, caminar con tu mascota, besar a tu madre. Estas acciones calientan un poco nuestros corazones con sentimientos sinceros y valiosos, estos instantes nos permiten dejar de ser superficiales por un corto período de tiempo. La lucha consistirá, entonces, en alargar cada vez más esos instantes.
Hasta luego. 

1 comentario: