Weight Loss

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jueves, 8 de diciembre de 2016

Nadie más que tú

Cuando estoy inmersa en el ambiente normal de una sociedad que requiere el cumplimiento de ciertos compromisos como estudiar una carrera, pertenecer a una familia y a un grupo social, la ansiedad me sobrecoge. El tiempo no me alcanza para nada más que para cumplir deberes y seguir órdenes, no hay ocio ni desarrollo productivo en mi vida espiritual o intelectual. Y parece que todo mi ser se detiene para convertirse en un robot del sistema. El cambio aquí es que mi alma grita libertad y deja de cumplir, se enlista en las filas de la autodestrucción y se rebela de las maneras más perjudiciales posibles. Eso no es vida. Destruirte no es vida. Pero el estrés y la exageración en las tareas académicas y sociales tampoco lo es.

En los merecidos períodos de descanso, ocurre otro fenómeno. Como el animal en cautiverio al enfrentarse con la libertad, no sé cómo asumir el hecho de que estoy libre, no tengo obligaciones ni reglas y cuento con muuucho tiempo a mi disposición. Como ese animal que no está preparado y al probar la libertad entra en crisis y muere, así estoy. Sólo dormir, comer, desconectarte del mundo con los entretenimientos más nimios y miserables.

Tengo miedo y debo aceptarlo. Hoy sentí el mismo miedo que cuando hago algo peligroso. La diferencia: el miedo era, ES a saber cuánto engordaré. Estoy gorda y nadie lo entiende. Muy pocas personas son capaces de entender el dolor y la decepción, el odio tan inconsciente que sentimos al sabernos feas, gruesas y gordas. Al sabernos llenas y satisfechas. No puedo más. No quisiera pensar en esto, siempre evito pensar en el dolor y la frustración que dan saber que tengo un trastorno alimenticio.

No puedo pasar una hora sin pensar en sabores y texturas, no puedo pasar dos horas sin haber ingerido algo y tener el rastro de comida en mi boca, una sensación placentera y rudimentaria. No puedo pasar un día sin pesarme y, si por desgracia debo empezar la jornada sin conocer ese número, mi corazón sufre y me mortifica tener que seguir afuera, en el mundo y no poder regresar a casa y subirme a mi hermosa báscula. Un ED es la vida misma, es sentir cada emoción como cualquier persona normal lo hace.

ES SOÑAR, TENER SUEÑOS, METAS Y LUCHAR POR ELLOS.
ES LEVANTARTE SIN IMPORTAR CUÁNTAS VECES CAES.
ES SABERTE IMPERFECTO PERO LUCHAR PARA CADA DÍA SER MEJOR.
ES SENTIRTE AVERGONZADO ALGUNA VEZ, PERO SER RESPONSABLE Y EXPIAR TUS CULPAS.
ES ESE CÍRCULO VICIOSO COMPUESTO POR LAS ADICCIONES, LOS VICIOS, LA DISCIPLINA Y EL PECADO.

Tú sabes lo débil y lo mediocre que eres Tatiana, pero en esto no. Por favor, esfuérzate por algo, por una sola cosa por primera vez en tu vida.

*Voluntad.
*Cien, mil, un millón, cien millones de personas en el mundo vencen la comida, tú también puedes hacerlo.
*Te va a doler, el dolor te angustiará pero es pasajero. De esta forma perderás peso
*Tati, yo sé que te sientes sola. Yo sé, eso que te dijo Carlos te parte el corazón, te destroza, te termina y te atemoriza; el abandono de ese hombre que tanto anhelabas, y anhelas te ha sumido en desesperanza. Los constantes desencantos son tu veneno en este momento. 
No tienes a nadie, nadie te extrañaría, te pensaría, te buscaría. Por eso sólo te queda un propósito, tu propósito es ese número. 
Si aguantas hambre no pensarás. NO PENSARÁS. 

Entonces, pequeña: 
Dos reglas: 
1. 2 litros de agua
2. No más de 500 calorías

Tú nunca cumples nada. Demuéstrate que puedes. Que vales la pena. 

CAMBIO Y FUERA!


1 comentario:

  1. Tuttiii te envioo muchisima fuerza! Puedes lograrlo, yo mañana empiezo ayuno. Lo he estado haciendo realmente mal durante bastnte tiempo y estoy harta.

    Espero que te está yendo bien con las 500 kcal. Muchos besos! ~A.

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